Errores comunes al encargar un Traje a Medida (y cómo evitarlos)
Encargar un traje a medida es una experiencia única. No se trata sólo de elegir un tejido bonito o un corte favorecedor: es una inversión en estilo, en confianza y en ti mismo. Pero, como toda artesanía, el proceso tiene sus claves. Y sí, también sus errores frecuentes. Aquí te contamos cuáles son los fallos más comunes que cometen los clientes al pedir un traje… y cómo evitarlos para que el resultado esté a la altura.
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1. No tener claro para qué se usará el traje
Uno de los errores más habituales es no definir el uso principal del traje. ¿Lo quieres para trabajar? ¿Para un evento de verano? ¿Para una boda de noche?
Cómo evitarlo:
Comenta con tu sastre el contexto: época del año, código de vestimenta, número de usos, etc. Esto influirá en la elección del tejido, el color y el diseño. Un traje para una boda en la playa no puede ser igual que uno para una entrevista de trabajo.
2. Elegir un tejido inadecuado para la estación o el uso
Un error clásico es elegir un tejido por su apariencia sin tener en cuenta su comportamiento térmico o su resistencia al uso. Por ejemplo, el lino puede verse espectacular, pero no es la mejor opción si buscas un traje que se mantenga impecable todo el día.
Cómo evitarlo:
Déjate asesorar por el sastre sobre el gramaje, el tipo de tejido (lana fría, fresco lana, mohair, tweed, etc.) y su composición. El tejido correcto no solo influye en la estética, también en el confort y la durabilidad.
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3. Obsesionarse con una imagen de referencia
Inspirarte en una foto de Instagram o en una escena de película puede estar bien… pero querer replicarla sin tener en cuenta tu morfología o estilo personal es un error.
Muchos clientes acuden a nuestra Sastrería a Medida y nos enseñan fotografías de futbolistas, famosos o referentes de Instagram... y eso nunca debe influir.
Cómo evitarlo:
Usa las referencias como punto de partida, no como un objetivo rígido. Un buen sastre adaptará esa inspiración a tu cuerpo, tu postura y tu personalidad.
4. No dejarse guiar por el Sastre
El traje a medida es un diálogo entre cliente y artesano. Algunos clientes vienen con ideas fijas (no siempre acertadas) sobre cortes, largos o detalles.
Cómo evitarlo:
Confía en la experiencia del sastre. Su formación y ojo técnico te ayudarán a evitar decisiones que puedan comprometer la armonía del conjunto. Escucha sus sugerencias: es parte del valor de encargar un traje a medida.
5. No prestar atención a los tiempos
La sastrería no es una experiencia exprés. Un traje a medida requiere pruebas, ajustes y un tiempo de confección que puede ir de 4 a 8 semanas según la complejidad y el volumen de trabajo.
Cómo evitarlo:
Planifica con antelación. Si el traje es para una boda o evento concreto, comienza al menos 2 o 3 meses antes. Así evitarás prisas que pueden afectar el resultado final.
6. Descuidar los complementos
Muchos clientes ponen todo su empeño en el traje, pero olvidan que una camisa mal elegida, una corbata desentonada o unos zapatos inapropiados pueden arruinar el conjunto.
Cómo evitarlo:
Coordina todos los elementos desde el principio. Si puedes, encarga también la camisa a medida y elige complementos con el mismo asesoramiento. Una sastrería de calidad también cuida ese detalle.
7. Elegir un traje demasiado ajustado (o demasiado amplio)
Con la moda del "slim fit", algunos clientes piden trajes demasiado ceñidos, sin considerar que la verdadera elegancia está en el equilibrio y la proporción.
Cómo evitarlo:
La sastrería clásica favorece la silueta sin estrangularla. El corte debe adaptarse a tu anatomía, no a las tendencias del momento. Un buen sastre sabrá encontrar ese equilibrio.
8. No acudir con la camisa y los zapatos adecuados a la prueba
Las pruebas son fundamentales para ver cómo queda el traje en condiciones reales. Si no llevas una camisa similar a la que usarás con el traje, o unos zapatos de vestir, las medidas pueden no ajustarse correctamente.
Cómo evitarlo:
Lleva siempre camisa y calzado similares a los definitivos. Así el ajuste será más preciso y el resultado final, perfecto. En el caso de que no traigas, nosotros te dejaremos para la prueba, pero nunca será lo mismo.
9. No comunicar bien tus preferencias
Algunos clientes no se sienten cómodos expresando sus dudas o preferencias. Otros, en cambio, comunican demasiado, sin dejar espacio al criterio del profesional.
Cómo evitarlo:
Habla con claridad: qué te gusta, qué no, cómo te sientes con ciertos largos o anchos. Pero mantén una actitud abierta. La mejor prenda surge de una conversación sincera y fluida.
10. Escatimar en calidad pensando que “no se nota”
Un error grave es ahorrar en calidad del tejido o de la confección, pensando que no se notará. Pero la diferencia entre un traje barato y uno bien hecho es evidente… incluso para el ojo menos experto.
Cómo evitarlo:
Invierte en un traje que dure, que respire, que se sienta bien desde dentro. Un traje a medida de calidad no es un gasto, es una inversión en presencia y durabilidad.
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Vestir a medida es conocerse mejor
Encargar un traje es mucho más que elegir tela y corte: es construir tu imagen con coherencia, precisión y autenticidad. Evitar estos errores no solo te garantiza un resultado impecable, sino que te abre la puerta a una experiencia gratificante, que va más allá de la prenda. Y recuerda: un buen traje no solo se ve bien. Se siente bien.
Visítanos en nuestra Sastrería en el centro de Sevilla. Estaremos encantados de asesorarte y de confeccionarte un traje a medida con resultados espectaculares.
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