Desde Córdoba a Sevilla por un Esmoquin a Medida: la historia de un cliente con las ideas claras
Algunos viajes comienzan con una búsqueda sincera de calidad. El de nuestro cliente, que vino desde Córdoba a nuestra sastrería a medida en Sevilla, fue exactamente eso: una declaración de intenciones. Sabía lo que quería —no un simple traje, sino un esmoquin impecable, hecho a medida, con el sello de la elegancia atemporal— y no estaba dispuesto a conformarse con menos. No quería un traje de novio al uso, quería destacar el día de su boda de una manera más distinguida y original.
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Una primera cita con propósito
Cuando cruzó la puerta de nuestro atelier, notamos algo muy especial: tenía una visión clara, pero también la mente abierta. Había investigado previamente, conocía el valor de la sastrería de calidad y lo que implica hacerse un esmoquin desde cero. Para él, no se trataba solo de vestirse bien, sino de sentirse auténtico en una ocasión muy concreta: nada más y nada menos que el día de su boda.
Nos explicó lo que buscaba: una prenda sobria pero distinguida, clásica pero con carácter. Hablamos de tejidos, de texturas, de proporciones. No hay dos esmóquines iguales, y desde el primer momento supimos que estábamos construyendo una pieza muy especial.
Pablo, nuestro cliente, dudaba entre un traje a medida o un smoking a medida, aunque optaba más por esta segunda opción al ser más original. El chaqué lo descartaba desde un primer momento.
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El smoking a medida completo ya confeccionado
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Sus iniciales bordadas en el interior
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Elecciones con estilo
Optamos por un tejido de la firma Ariston en color negro, con una frescura y una caída inmejorable bajo las luces. La solapa de smoking, a diferencia del tejido principal, la eligió forrada en raso para que hiciera un elegante contraste con el resto de las piezas. El pantalón, sin trabillas y con galón lateral, rematado con fajín del mismo tejido de la solapa. Todo, medido al milímetro.
Pero más allá del diseño, lo importante fue el proceso. En cada prueba, afinábamos detalles: desde la inclinación exacta del hombro hasta la abertura del bajo. El cliente venía desde Córdoba sólo para estas visitas, y ese compromiso nos emocionaba. Porque sabíamos que para él esto no era un simple encargo: era un homenaje a sí mismo y a una ocasión especial que merecía lo mejor.
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Detalle del galón lateral del pantalón del smoking
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El traje y el reflejo
En la segunda y última prueba, frente al espejo, se hizo un silencio breve y revelador. Él se miró, ajustó el fajín, sonrió, y dijo:
—“Ahora sí. Este soy yo.”
No hay frase que nos emocione más en nuestro oficio.
Ver a un cliente reconocerse en una prenda es el mayor logro para una sastrería. No es solo que el esmoquin le quede bien, es que le representa. Y eso no se consigue con medidas: se consigue con escucha, artesanía y una atención extrema al detalle.
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Un viaje que deja huella
Agradecemos profundamente a Pablo por confiar en nosotros y por recorrer más de 140 kilómetros para apostar por la sastrería hecha con alma. Porque cuando alguien cruza provincias por una prenda, está dejando claro que la elegancia merece ser vivida con profundidad.
Y nosotros, desde Sevilla, nos sentimos honrados de acompañarle en ese camino.
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Tanto si eres de Córdoba como Pablo, como si eres de cualquier otra provincia, En Majestity tienes tu casa. Nos encanta acompañar a nuestros clientes en estos días tan especiales.
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Estaremos encantados de recibirte y asesorarte.
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